viernes, diciembre 09, 2005

La constelación Montgomery

Hace unos años me puse a coleccionar pegatinas de estrellas, planetas y cohetes espaciales, de ésas que brillan en la oscuridad. Creo que las regalaban con algún pastelito, no recuerdo cuál. Después de unos meses olvidadas en un cajón me decidí por fin a darles el uso que se merecían: pegarlas en el techo de mi habitación.

Jugué con la idea de copiar algunas constelaciones reales para tener un pedazo de cielo verídico sobre mi cabeza, pero al final me decidí a desperdigarlas al azar, sin seguir ninguna pauta en concreto. Me subía a un banco o sobre una de las camas, alargaba el brazo y plantaba la pegatina en cuestión en lo alto.

Y quedó genial, por supuesto, como quedan siempre las estrellas en el techo.

Al poco tiempo de hacerlo me di cuenta de que la mayor parte de las estrellas, planetitas y naves que había pegado formaban una verdadera constelación y, además, con una forma que me era muy familiar: la cabeza de Montgomery Burns, el capitalista enloquecido de los Simpsons. Era él. Sin ninguna duda. Idéntico. Exacto. Montgomery Burns en el techo.

Pensé en despegar algunas estrellas o buscar más para, pegándolas, diluir esa forma en una nueva entidad… pero no lo hice. Si el azar me había traído la constelación Montgomery, ¿quién era yo para borrarla? No, no, no… Las cosas no funcionan así, al menos no en mi cabeza.

Así que ahí sigue, día tras día, en el techo desde hace años…

Y yo cada vez hago más eso de golpear rítmicamente las yemas de los dedos de una mano con las de los de la otra mientras mascullo un “excelente”

Qué curioso es el azar…

12 Comments:

Blogger Ramón Masca said...

er... moskis!

11:12 a. m.  
Blogger Isi said...

Yes, esas estrellitas son un auténtico vicio, han invadido el techo de mi habitación (y la estantería y la parte superior de las paredes).

Pero las mías se niegan a formar constelaciones, la última vez compré un paquete de adhesivos con forma de brujas y fantasmas y claro, ellos son demasiado orgullosos como para dejarse colocar :(

[y sí, me he colado en el blog de puntillas]

12:35 p. m.  
Blogger Francesita said...

Pues ya podrian haber formado la imagen de Monica Bellucci, que tiene mejor presencia, no?

12:38 p. m.  
Blogger Alfredo Álamo said...

Monica Bellucci.... ¡excelente!

2:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las estrellas molan porque quedan estupendas, te hacen compañía, y lo que es más importante, ¡no se caen!

Recuerdo que hace años, en los yogures danone creo que era, venían unos bicharracos que eran para pegarlos en cualquier parte. Mi madre y una servidora, graciosillas que somos, nos dedicamos a tirarlas al techo de la cocina y que quedaran donde y como quisieran... Y la verdad es que quedaron muy monas ellas... sí, salvo cuando, meses después, se fueron cayendo de improviso (alguna sospechosamente cerca de la olla), y dejaron unas manchas de grasa que sólo se han quitado tras años y pintura nueva.
Aiiins, qué cosas. ¡Pero las estrellitas en el techo molan! Aun formando la constelación Montgomery, jeje.

4:47 p. m.  
Blogger Cotrina said...

A mí también me encantan, Zapardiel, pero después del Efecto Burns decidí no volver a poner más, no sea que el azar me traiga ahora a Smithers y la tengamos liada...

Aunque si me saliera Monica Belluci… No volvería a dormir en la vida, pero sería un insomne con una gran sonrisa.

Y a las estrellas en el techo, aunque parezca que no, de cuando en cuando también les da por caerse. Y anda que no mola pedir deseos a estrellas fugaces que has puesto tú ahí arriba.

8:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas!

Haciendo un inciso que no viene a cuento, por azar o las curiosas artes del destino, trasteando por internet he llegado a este blog.

Y ya que estoy aquí por fin puedo dar las gracias al autor de uno de los mejores ratos que he pasado de diversión leyendo un libro.

Gracias por Las Fuentes Perdidas, que sepas que tienes un fan acérrimo esperando leer más historias de esos personajes tran atrayentes (me encanta la camiseta-talismán).

Lo dicho, muchisimas gracias :)

12:57 a. m.  
Blogger Atuina said...

Me encantan esas estrellitas ..

2:26 a. m.  
Blogger Cotrina said...

Me alegro de que te haya gustado la novela, hec. Tengo claro que algún día retomaré marco y personajes porque todavía quedan algunas historias por contar, lo que no sé es cuándo me pondré a ello. Hay otros proyectos delante.

Y a mí también me encantan las estrellas, Atuina, aunque les dé por adoptar formas extrañas si no las controlas mínimamente

12:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aunque yo creo que lo que nos cuentas es más un caso típico de pareidolia que una coincidencia ;)

(hay quién ha visto a la virgen en un sandwich mordido, ¿eh? Podía ser peor xD)

1:44 a. m.  
Blogger Cotrina said...

¿Pareidolia? Es muy probable que sea así, Sabbat. Pero es más divertido verlo como una casualidad :)

5:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Espero mirar al techo cuando pase por tu habitación.

11:09 a. m.  

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